El minimalismo se hizo muy popular en los 90, cuando todo el mundo quería simplificar el estilo evocador de los 80. Tanto en moda como en decoración se buscaban ideas más sencillas, la mínima expresión para ofrecer elegancia sin ostentación. Hoy el minimalismo sigue estando de moda y nos ofrece espacios muy modernos.

Las estancias minimalistas son muy habituales en viviendas existentes donde se busca funcionalidad y un estilo sofisticado en cuanto al interiorismo. Para hacer una sala de estar con toques mínimos hay que seguir unas pautas, pues este estilo sigue unos sencillos pasos.

Espacios luminosos

Una de las cosas más habituales que encontramos en los espacios minimalistas es que son grandes y luminosos . Un salón minimalista nunca nos da la sensación de estar lleno de cosas y detalles. Ofrecen un ambiente fresco, relajante y agradable. En este sentido, el blanco se utiliza en grandes cantidades, con pequeños toques de otros tonos neutros. En esta habitación, por ejemplo, vemos una habitación que no es tan espaciosa, pero que se expande gracias al uso del blanco, que ilumina todo. No podemos dejar de ver esos toques de estilo nórdico en esta sala, porque la sencillez de ambos estilos a veces hace que se mezclen.

Mobiliario de líneas esenciales

Una de las características que tendremos que seguir estrictamente a la hora de amueblar un salón de este estilo es comprar solo los muebles con líneas esenciales . No se permiten muebles antiguos con detalles en madera, pintura gastada o manijas ornamentadas. En este sentido encontramos muebles de líneas limpias y rectas, con una mínima expresión y total funcionalidad. En muchos de ellos incluso se han eliminado los tiradores para dar paso a muebles que se abren con un toque, algo más moderno y especial, dejando al descubierto un mueble liso y sencillo. La estética en este sentido tiene como objetivo eliminar todo lo que no sea funcional.

Menos es más

Esta premisa debe seguirse siempre si se pretende amueblar una sala de estar con un estilo minimalista. Si nos perdemos en estampados, telas, jarrones, cuadros y colores, probablemente nuestro estilo no sea minimalista. Este tipo de decoraciones son ideales para los amantes de lo básico , las personas pragmáticas que aprecian el diseño, las líneas y la calidad sobre lo decorativo y lo temporal. La gran ventaja de este estilo es que no pasa de moda fácilmente, debido a su gran sencillez, y que si queremos modificarlo lo tenemos muy fácil, ya que solo tendremos que añadir nuevos detalles, alfombras, estampados. cojines, jarrones y plantas para darle un aire nuevo a todo.

Siempre colores neutros

Si el mobiliario de estilo sencillo es importante, también hay que destacar los colores y estampados, o más bien su ausencia. En el estilo minimalista, usan solo tonos básicos y neutros . Es decir, los colores gris, blanco, negro, marrón y beige. Dentro de estos pueden utilizar matices, pero no sin exagerar, ya que buscamos algo sencillo. En cuanto a los estampados, casi nunca están presentes, eligiendo la gran mayoría de las veces tejidos lisos. Si hay impresiones, nunca son llamativas y pasan prácticamente desapercibidas. Si te gusta decorar todo con tonos básicos y sin complicarte demasiado, seguro que te gustará la funcionalidad del estilo minimalista.

Materiales de calidad

Aunque en el estilo minimalista buscamos la sencillez, este suele ser un estilo moderno donde hay espacio para los detalles de diseño. Por encima de  muchos salones minimalistas buscan calidad . Sin añadir demasiadas cosas, los materiales de calidad se presentan en suelos de madera, grandes ventanales, mesas de diseño moderno o sofás de piel. Es un estilo lujoso y a la vez sencillo, ya que se trata de habitaciones urbanas y elegantes. En este caso es fácil encontrarnos estancias muy sofisticadas, donde cada pieza ha sido cuidadosamente investigada, incluso los pocos detalles decorativos que puedan estar allí, como un pequeño jarrón o almohadas. Se busca la calidad más que la cantidad.