El cachopo, ese gigantesco filete empanado y relleno, tiene raíces profundas en la tradición asturiana. Sin embargo, en manos de innovadores como Juanjo Cima, este plato ancestral se ha transformado en un vehículo de creatividad, humor y, lo más importante, viralidad.
Cima, reconocido como el gurú que ha convertido el cachopo en un fenómeno de marca asturiana, entiende que para mantener viva la tradición, a veces es necesario darle un giro inesperado y mediático. Nacen así creaciones que desafían la forma, pero respetan la esencia: la “Burgerchopo” y el “Caracachopo”.
I. La Fusión Definitiva: De Filete a “Burgerchopo”
La hamburguesa es el ícono global de la comida rápida informal; el cachopo es el rey asturiano de la contundencia. Juanjo Cima decidió unirlos en una creación que rápidamente se volvió viral: la “Burgerchopo”.
¿Qué es y Cómo Nació?
La idea era simple pero genial: servir el corazón del cachopo (la carne de ternera asturiana IGP rellena de jamón y queso) en un formato de hamburguesa, entre dos bollos de pan.
- El Desafío de la Estructura: ¿Cómo garantizar el crujido del empanado sin que el pan se humedezca? La clave reside en el timing perfecto de la fritura y en la calidad del pan que actúa como soporte.
- El Relleno “Descontextualizado”: Al llevar los sabores del cachopo a la hamburguesa, Cima demostró que el concepto podía ser moldeado sin perder su identidad, atrayendo a un público más joven y experimental.
Esta creación no solo fue un éxito de ventas temporal, sino una herramienta de marketing brillante que generó debate y curiosidad en redes sociales, obligando a muchos a querer probar esta singular fusión.
II. El Caracachopo: Rompiendo la Cuarta Pared de la Empanada
Si la Burgerchopo fue un éxito de fusión, el “Caracachopo” fue una obra maestra de la reinvención formal. Este plato fue diseñado para generar el máximo impacto visual y mediático posible.
El Caracachopo es, esencialmente, un cachopo enrollado como un sushi gigante o un brazo de gitano, cortado en rodajas, mostrando los hermosos swirls del relleno en el interior.
- Impacto Visual: Al cortarse, el plato revela capas concéntricas de carne, jamón y queso fundido, haciéndolo extremadamente fotogénico y apto para comer Gijón y el resto de Asturias con los ojos antes que con el paladar.
- El Reto Técnico: El enrollado requiere una carne de ternera asturiana muy tierna y un relleno que aguante la presión sin salirse, garantizando que cada “caracol” ofrezca una porción perfecta y elegante.
El Caracachopo no solo facilitó una nueva forma de servir el plato (ideal para compartir y probar variedad de rellenos), sino que demostró que la tradición asturiana no tiene que ser cuadrada y rígida.
III. La Estrategia de la Novedad: Tradición con Toque Pop
El éxito de estas creaciones virales radica en la filosofía de Juanjo Cima: el respeto por la materia prima y la diversión en la forma.
- Mantener la Calidad Innegociable: Aunque la forma sea irreverente, Cima nunca compromete los ingredientes. Se sigue utilizando la misma Ternera Asturiana IGP y quesos de autor que le han dado tantos premios.
- Generar Contenido Orgánico: Estos platos son clickbait gastronómico de la mejor clase. Son creaciones que la gente quiere compartir, etiquetar y comentar, proporcionando una publicidad masiva y gratuita a sus locales.
- Posicionamiento de Marca: Demuestran que Las Tablas del Campillín o Vinoteo no son solo lugares donde comer Gijón y Oviedo, sino laboratorios donde la tradición se reinventa constantemente.
Conclusión: El Cachopo Como Fenómeno de Tendencia
Juanjo Cima ha entendido que en la era digital, la comida debe ser deliciosa, pero también memorable y compartible. La Burgerchopo y el Caracachopo son el testimonio perfecto de cómo un creador con bandera asturiana puede honrar sus raíces, sin miedo a jugar con las formas y, de paso, convertir un plato regional en un fenómeno pop nacional.